Una boda en un convento del siglo XVII

El Antiguo Convento de Boadilla del Monte, construido en 1674 se ha convertido en un espacio para eventos de gran prestigio en Madrid.

Para poder llegar a ser este referente en Madrid, El Antiguo Convento tuvo que ser rehabilitado. Gracias al especial cuidado con el que se realizó la reforma, se mantuvo el ambiente propio con el que contaba el convento en su fundación pero se le añadió todo el confort y la comodidad del presente.

El Claustro, uno de los símbolos de El Antiguo Convento, es uno de los lugares donde el cambio ha sido más espectacular. Aunque a simple vista todo está igual, con un precioso patio rodeado por el edificio, de exquisita arquitectura, si alzamos la mirada nos encontraremos con una cubierta acristalada. Gracias a ella, es posible celebrar cualquier evento sin importar las condiciones meteorológicas.

El Invernadero también sufrió una profunda reforma que lo ha convertido en el más grande de los espacios, ya que tiene capacidad para más de 500 invitados. Además, ofrece unas vistas espectaculares de los jardines de lavanda de El Antiguo Convento, situado a pocos kilómetros de Madrid.

Cocina espectacular en un entorno increíble

La cocina de El Antiguo Convento está a cargo de Daniel Napal, un chef con numerosos años de experiencia y reconocimientos a su profesionalidad. Además del propio restaurante del hotel, El Antiguo Convento gestiona El Mirador del Thyssen, un restaurante situado en pleno Museo Thyssen de Madrid. Desde ahí, es posible disfrutar de las espectaculares vistas de la ciudad en un entorno privilegiado.