El gran punto negro de Boadilla del Monte

El gran punto negro de Boadilla del Monte es la rotonda que está sobre la M-50, la rotonda de las grúas, así la han nombrado dos vecinos del municipio de Boadilla del Monte, que en poco más de una semana, han visto como tres de sus vehículos eran golpeados en el mismo punto, y en dos de los accidentes, los ocupantes de ambos vehículos han tenido que ser trasladados al hospital Puerta de Hierro.

No es una broma. El 20% de los accidentes con víctimas se producen en rotondas, según los estudios realizados por la Dirección General de Tráfico, “las glorietas reducen accidentes pero los conductores no saben usarlas”, dicen los expertos.

“La experiencia demuestra que los conductores no saben usarlas, muchas veces se presiona al vehículo que nos precede, para entrar de forma inmediata en la rotonda, con el consiguiente riesgo a un accidente por alcance, y en demasiadas ocasiones, los conductores desconocen las reglas de circulación dentro de las rotondas, creando colisiones al salir de las rotondas”

Eso le ha ocurrido a estos vecinos, todos los accidentes fueron por alcance en la incorporación a la rotonda.

Los expertos consideran que la incorporación es “el momento más crítico durante el tiempo que se circula por estas vías, no solo porque dos de cada tres conductores desconocen que la prioridad en estas vías siempre la tiene el vehículo que antes se incorpora a ellas, sino porque durante esta maniobra (acceso a la rotonda) se han producido el 80% de las víctimas mortales en rotondas en los dos últimos años”. Así lo desvela el último informe elaborado por el Centro de Estudios Ponle Freno-AXA de Seguridad Vial sobre el comportamiento de los conductores en las rotondas.

La rotonda de las grúas, por la que diariamente circulan más de 22.000 vehículos, es un punto clave de unión de la carretera M-513 (que asegura la comunicación del municipio con la M-40 y la M-50) y que utilizan diariamente un alto porcentaje de los vehículos que entran o salen del Municipio.

Para uno de los trabajadores del cercano polígono empresarial de Viñas Viejas, “si al peligro de las rotondas, le unimos que nuestra salida nadie se la espera, el golpe está asegurado”. Para este empleado y vecino del municipio “el peligro es aún mayor cuando venimos de Majadahonda por la M-50, salimos hacia Boadilla e intentamos entrar en el polígono industrial, todos vamos con el culo apretado y sin dejar de mirar el retrovisor, pero no sirve de mucho, rara es la semana en la que no hay algún accidente, siempre por alcance”.